Construir una cultura de diseño

Por qué creo que es importante mejorar las condiciones en las que trabajamos y algunas ideas para conseguirlo.

María P. Arrilucea
5 min readAug 24, 2016

Por estupendo que sea trabajar en diseño, muchas veces pienso: buf, lo que nos queda por recorrer.

OMG - Omá

¿Y eso por qué?

Digamos que las condiciones en las que trabajamos muchas veces no son las “ideales”:

  • El diseñador suele comenzar su trabajo con un listado de funcionalidades, sin saber si cubren necesidades reales de los usuarios.
  • Suele ser tratado como un recurso, «necesito una pantalla», en lugar de como un especialista capaz de aportar mejoras al trabajo planteado.
  • La máxima es producir rápido, «ya lo arreglaremos en la fase dos», en lugar de producir con calidad.
  • Y, si se hace evaluación con usuarios se usa como un sello de calidad, «en general ha ido bien», en lugar de como una herramienta para detectar oportunidades. No sea que se vaya a frenar la maquinaria productiva.

Mientras, los diseñadores vamos a conferencias, escuchamos podcasts, leemos artículos, asistimos a webinars, blah, blah, blah… No sirve de nada: la cultura de diseño sigue sin mejorar. OMG, ¿qué hacemos mal?

¡Mira lo que hago! Pues no, no sirve :´(

No sé si podemos cambiar el mercado, ni siquiera las organizaciones en las que trabajamos, pero hay algunas cosas que sí podemos hacer para poner nuestro granito de arena en la construcción de una cultura de diseño.

¿Qué podemos hacer?

♫ Rome wasn’t built in a day, así que o nos hacemos a la idea de que estamos corriendo una maratón, donde el ritmo de carrera es más importante que ir a toda velocidad, o nos agotaremos nada más empezar.

Para conseguir una cultura de diseño, debemos enfocarnos en el proceso más que en los resultados.

Eso no quita celebrar todos nuestros logros :D

Las herramientas del diseñador

1. La conversación

Es la herramienta de diseño más importante. No sólo es básico hablar con nuestro usuario final sino también hablar con nuestros compañeros diseñadores, front-ends, desarrolladores, POs…

Conversar con ellos nos servirá para probar nuestras hipótesis y las grietas de nuestras soluciones antes de que invirtamos mucha energía o tiempo en ellas.

Todos vosotros, venid a mí!

Abrir la comunicación permite que el proyecto sea colaborativo desde el principio.

2. La transparencia

Debemos mostrar nuestro trabajo desde el comienzo, tal y como esté, sin tratar de controlar los tiempos ni preocuparnos por recibir críticas: nuestros sketches en papel, las reacciones de los usuarios, las dudas que nos han surgido y todo lo que nos queda por resolver…

Ser transparentes supone ser más humildes y crear una piel más dura, que no nos importe lo que hacemos mal sino lo que aprendemos.

Es duro pero hay recompensa.

Siendo transparentes acercaremos el trabajo de diseño a los demás y conseguiremos opiniones más sinceras.

3. El equipo

Sin personas no habría nada. Da igual si no vamos al rockfest como el desarrollador o si la front-end aún no ha visto Stranger Things (¿cómo puede?). Si queremos que lo que genere el equipo sea bueno, más nos vale invertir en nuestras relaciones de trabajo. Para lograrlo, puede ser útil colaborar en tareas, hacer sesiones de equipo o ir a desayunar juntos.

Cada miembro aporta al proyecto un punto de vista único en base a su especialidad y experiencia. Crear un ambiente de confianza permite que todos se sientan cómodos participando y cuestionando ideas.

BFF

Cuanta más confianza se genera, más profundos y detallados pueden ser nuestros debates sobre diseño.

4. Las oportunidades

Por sorprendente que parezca, a veces en nuestro trabajo no hay canales internos que faciliten el intercambio de ideas, así que nos tocará crear las ocasiones que lo permitan.

Podemos escoger, por ejemplo, entre reunir al equipo, convocar una design critique, o tomar un café con cada integrante del equipo. Es importante repetir estos encuentros para avanzar en paralelo al proyecto y repescar información que se haya podido quedar en el tintero.

Gromf mmff phhh!

Si proporcionamos el momento y el lugar, facilitaremos que la comunicación se produzca.

5. La iteración

Más que una palabra es una quimera. Cada vez más empresas practican Agile, algunas Lean UX, pero muy pocas realmente iteran de forma continua llevando a cabo investigación-diseño-evaluación a cada paso.

Si queremos asegurar que cada decisión de diseño es la adecuada, no es suficiente con completar una iteración durante la vida del proyecto, necesitamos iterar constantemente. En cada fase debemos investigar cuáles son las necesidades no resueltas, proponer soluciones de diseño y evaluarlas.

La iteración, el sueño de cualquier diseñador

Para asegurar que resolvemos las necesidades de nuestros usuarios debemos iterar a cada paso.

¿Esto es todo?

Puede parecer simple, pero cambiar la cultura en la que trabajamos no es nada fácil. En cualquier caso, el camino será largo pero podemos hacerlo divertido.

¡Buen camino!

Si te interesa el tema, también puede interesarte:

--

--